Enclavado en un paraje dominado por el cerro o cabezo de Altamira y dividido en dos por el río Pisuerga, fue considerado ya desde muy antiguo como un lugar de gran importancia estratégica y defensiva.

De la época romana se conservan restos de la villa de Santa Cruz en la que apareció abundante material arqueológico junto a un magnífico mosaico.

Poseía un castillo medieval, del que hoy solo quedan algunos vestigios.

Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción

Nuestra Señora de la Asunción, también conocida como Santa María la Mayor, es la única que ha aguantado los devenires de la historia, llegando hasta nuestros días como parroquia del municipio.

En su interior conserva verdaderas maravillas como el retablo mayor de estilo rococó, el sepulcro gótico de Don Pedro Fernández Bravo, el imponente órgano barroco del s.XVIII, o la talla de la Virgen del Manzano, rescatada de una antigua ermita medieval del siglo X-XI, destruida en una de las batallas que tuvieron lugar en el pueblo durante la Guerra de la Independencia.

El retablo mayor, de estilo rococó, obra de Ventura Ramos, artista vallisoletano, con un total de 60 ángeles entre otras imágenes como la de la Virgen de la Asunción en el centro. Otra de las joyas es el órgano barroco del siglo XVIII con su caja policromada con más de 6 metros de altura.

Monasterio de Santa María de Palazuelos

El templo del desaparecido Monasterio Cisterciense de Santa María de Palazuelos es Monumento histórico Artístico (BIC) desde el 3 de junio de 1931.

Sus restos se localizan al nordeste de Valladolid, a unos 19 km de la capital, y a 2,5 km al norte de Cabezón de Pisuerga, junto al Canal de Castilla. Se ubica en la margen derecha del río Pisuerga.

Alfonso Téllez de Meneses, hijo de Don Tello Pérez y de Gontroda García, y biznieto del Conde Ansúrez, fue II Señor de Meneses y I de Alburquerque. Además de gobernador de Valladolid ostentó el señorío de diversas villas del entorno vallisoletano, como Cabezón, Tudela, Portillo o San Román. Su brillante actuación al lado de Alfonso VIII en la batalla de las Navas de Tolosa en 1212 motivó que el monarca les entregase a él y a su segunda mujer Teresa Sánchez (hija de Sancho I de Portugal), la villa de Palazuelos el 28 de julio de 1213. Unos días más tarde, el susodicho matrimonio cedió dichas tierras al convento cisterciense de San Andrés de Valvení, con la condición de que trasladase su convento a este lugar. El mismo Alfonso Téllez sería enterrado en el templo del monasterio, así como su mujer, hijos y nietos.

En 1226 se llevó a cabo la consagración del altar. El resto de los edificios estuvieron acabados en 1254, cuando la comunidad de Valvení se trasladó definitivamente al nuevo monasterio.

Este lugar fue testigo de la celebración de hechos históricos de diferente envergadura:

– Alfonso XI en 1313 contaba con 6 años de edad cuando en el claustro del monasterio se dieron cita los concejos de Castilla para establecer su regencia y tutoría hasta su mayoría de edad doce años después. Dichas responsabilidades recayeron en su abuela, Dña. María de Molina, su tío el Infante D. Juan, y su tío-abuelo el Infante D. Pedro. Este suceso se conoce como “Acuerdos de Palazuelos”.

– Carlos I, en su retiro hacia Yuste, hizo parada en Cabezón, donde conoció a su nieto Don Carlos. Ambos visitaron Palazuelos y allí escucharon misa. Era el 20 de octubre de 1556.

– Felipe II realizó numerosas visitas al monasterio. Entre las más relevantes, cabe destacar la que realizó durante el viaje que le llevó de Madrid a Tarazona ( Zaragoza) para celebrar las Cortes, pernoctando en la abadía el 25 de agosto de 1592.

– Felipe IV, durante la Guerra de los 30 años, reunió allí a sus tropas en julio de 1638 para marchar a Fuenterrabía, donde el ejército español conseguiría poner fin al asedio francés el 8 de septiembre del mismo año.

Al ser cabeza de la Orden del Císter en Castilla, en el Monasterio se celebraban cada tres años los denominados “Capítulos Generales” en los que se acordaba la gestión de las finanzas y de los bienes inmobiliarios de las abadías.

Puente Medieval

El puente es la seña de identidad de Cabezón. Ya en época romana, Cabezón contó con un puente, por el que atravesaba el Pisuerga la calzada que iba desde Astúrica Augusta (Astorga) a Clunia (Peñalba de Castro). Aunque no está constatado, se cree que la construcción medieval conserva el emplazamiento y los cimientos de éste.

Su origen se remonta a la época bajo medieval, y tal y como lo contemplamos hoy día es el fruto de importantes reformas. La más destacada es la de 1587, que corre a cargo del maestro de cantería Juan de Ribero Rada. Este arquitecto trabajó en El Escorial como discípulo de Gil de Hontañón, aunque tomó pronto maneras clasicistas-renacentistas. Entre sus trabajos más destacados encontramos la traza del Patio Herreriano, la fachada de San Benito, el Puente Mayor de Palencia y el ábside y girola de la Catedral Nueva de Salamanca, en la que está enterrado.

En 1638 se hicieron reformas en el paredón y la calzada y así ha llegado hasta nuestros días.

Este hermoso puente está levantado en piedra sobre nueve ojos, cuatro de perfil ojival apoyados sobre pilares redondos y otros cinco de medio punto sobre pilares poligonales. Conteniendo la falda del Cerro de Altamira, hay un potente muro con contrafuertes, destacable porque son de los pocos que se conservan de estas características y que han sido restaurados en parte en el año 2.008.

Con el desarrollo de la Mesta, el puente y la ladera del Pisuerga a su paso por Cabezón, pasaron a formar parte de la Cañada Real leonesa.

Parque Temático del Belén Viviente

El Belén Viviente de Cabezón se viene desarrollando durante las fiestas navideñas desde el año 1978. En ella participan más de 90 personas que dan vida a los habitantes de Belén, cada uno de ellos representando un oficio típicamente castellano.

En la actualidad el número de representaciones es de alrededor de cuatro por edición, la mayoría en horario nocturno aprovechando la magia que produce la noche con el resplandor de antorchas, hogueras y velas, y alguna en horario diurno para que el numeroso público pueda disfrutar de todos los detalles de los decorados.

Es un proyecto que ha rebasado las barreras locales y provinciales y que está sobrepasando los límites de nuestra región, debido en gran parte a la declaración de “Fiesta de Interés turístico regional” desde el año 2004. El único con esta denominación en toda la Comunidad y creemos que en toda España.

La actividad la lleva a cabo la Asociación Cultural Amigos del Belén. Nuestro Belén comenzó representándose en el interior de la iglesia y luego en la Plaza de la Concordia. Desde 1981, quedará definitivamente ubicado frente a la entrada meridional de la iglesia parroquial, plaza que en 1991 será rebautizada como Plaza del Jardín del Belén. Hasta que por iniciativa de esta Asociación se insta al Ayuntamiento a buscar un lugar definitivo donde el escenario del Belén pueda quedarse fijo todo el año, y así se llega a su ubicación actual en la falda de la montaña, en un paraje conocido como “EL Barrero”, espectacular emplazamiento que a pequeña escala podría recordar a las afamadas “Médulas”. Aquí se hizo la primera representación en la Navidad del 2009/2010 y la inauguración oficial del Parque Temático fue el pasado 18 de diciembre de 2010.