La recreación histórica del Fuero de Castrojeriz está ambientada en una época en la que los cristianos que habitaban la península ibérica luchaban por recuperar parte del territorio perdido bajo el dominio musulmán. Las incursiones y enfrentamientos entre ambos pueblos eran frecuentes, extremo que dificultaba el asentamiento de núcleos de población en lo que más tarde sería el condado de Castilla.

En este contexto, y dado que era crucial fijar población para hacer frente a la amenaza musulmana, fue preciso adoptar políticas y privilegios que mejorasen la vida de aquellas personas que estaban dispuestas a lidiar con esos peligros.

Así, el conde Garci Fernández -hijo de Fernán González- mediante el otorgamiento de un conjunto de privilegios a las gentes de Castrojeriz fue un personaje pionero en articular un código legislativo con el que pretendía atraer y fijar población en tierras comprometidas.

El nuevo estatus creado por el Fuero de Castrojeriz en el año 974 representa un importante ascenso en la jerarquía social de la época. Por ejemplo, para aquellos hombres que tuvieran un caballo pasaron a formar parte de la pequeña nobleza como infanzones.

Su contenido supone un salto revolucionario en términos de reconocimientos de derechos y libertades a los estamentos sociales más bajos. Un caballero villano no era ni un noble, ni una persona mala. Era un hombre de la villa (villano) que tenía un caballo (caballero). El Fuero de Castrojeriz, si ese hombre ponía su vida y su disposición para defender y repoblar esta tierra, le otorgaba la condición de Infanzón. De noble de segunda, pero noble al fin de al cabo. Esto supuso un salto revolucionario al ser la primera vez que es posible cambiar de estatus social por la vía del mérito personal y no por la vía de la sangre.

Asimismo, mejoraron su suerte los clérigos, los menestrales (artesanos) y los judíos, estos últimos equiparándose en derechos a los cristianos.

Además de las mejoras sociales, el Fuero de Castrojeriz reguló una serie de beneficios fiscales como la exención de algunos tributos.

En los siglos posteriores, los diferentes monarcas castellanos confirmaron y ampliaron las cláusulas del Fuero de Castrojeriz del año 974.

El fin último del Fuero era REPOBLAR esta tierra. Un problema que hoy sigue teniendo una vigencia patente y que hace 1.050 años supieron solucionar.