El 25 de Abril de 1707 se produjo en Almansa una de las batallas más decisivas de la llamada Guerra de Sucesión Española, abierta tras morir el rey Carlos II (1-11-1700) sin tener descendientes. Conocer la historia que sucedió en nuestros campos se ha intentado preservar hasta nuestros días.
Su testamento, da la sucesión del trono español al Duque de Anjou, nieto del rey francés Luis XIV, que con 17 años, va a ser coronado como Felipe V de España. La reclamación de sus derechos sucesorios al trono español por el Archiduque Carlos de Austria, abre una guerra europea que va a durar desde 1701 hasta 1715 y en la que va a estar impicada casi toda Europa. La Gran Alianza, al servicio del pretendiente austriaco está compuesta por Inglaterra, Holanda y Austria. En 1703 se sumarán Saboya y Portugal.
Las Dos Coronas, (España y Francia) junto al Ducado de Baviera tratarán de mantener a Felipe V en el trono. Desde 1701 a 1704 las grandes batallas se sucederán en Europa. En 1705, tras un breve asedio de apenas un mes, el Archiduque Carlos toma Barcelona. A partir de ese momento, el apoyo a su causa será casi unánime en toda la Corona de Aragón (Cataluña, Valencia, Aragón y Baleares).
La Guerra de Sucesión Española es, a partir de 1705, un conflicto europeo y una guerra civil.
La Batalla de Almansa 25 de Abril de 1707.
En el invierno de 1706, Carlos tiene su corte establecida en Valencia. Sus mandos militares, el portugués Antonio Luis do Sousa, Marqués Das Minas y el hugonote francés Henry Masué, Conde de Galway deciden, a primeros de abril de 1707, avanzar sobre Madrid con sus 18.000 hombres entre portugueses, holandeses, ingleses, franceses protestantes y alemanes.
Felipe V, consciente de la proximidad de una derrota total, logra reunir un último ejército y le entrega el mando a James Fitz-James, Duque de Berwick, noble inglés católico naturalizado francés. Con sus 25.000 hombres cortará el paso de la ruta Madrid-Valencia en las cercanías de Almansa.
En su ejército hay franceses, españoles, italianos, belgas e irlandeses. Dos líneas de 6 km de hombres de 10 naciones diferentes lucharán sin cuartel. 5.000 de ellos morirán esa tarde. La batalla comienza a las 15h. con un breve duelo artillero de ambos ejércitos, al que prosigue el avance de la caballería española, en la zona del Cerro Montizón y Arroyo de Los Molinos, donde se trabarán feroces combates entre españoles y anglo-holandeses.
El contraataque aliado en el centro, romperá las líneas borbónicas, que gracias al envío en su ayuda del regimiento de caballería Órdenes Viejo, y de las acertadas maniobras del regimiento de la Guardia Valona, logran estabilizar la situación en el frente de batalla. Berwick ordena entonces a la brigada de infantería franco-irlandesa Duc du Maine que apoyen a la caballería española en su nuevo ataque. La izquierda aliada es derrotada y perseguida. La infantería portuguesa de su ala derecha, abandonada por su caballería, será destrozada en las inmediaciones de la Casa de los Pandos. Trece batallones, entre ingleses, holandeses, lograrán retirarse ordenadamente del combate y llegarán, casi de noche, a unas colinas situadas detrás de Casas del Campillo.
Allí serán capturados finalmente en la mañana del día 26, en los llamados desde entonces Cerros de los Prisioneros, a 10 km de donde empezaron los combates el día anterior.
La victoria de su ejército deja abierto el camino para que Felipe V recobre en poco más de un mes el control de todo el Reino de Valencia y parte del de Aragón.
La Batalla de Almansa da un giro inesperado a la guerra, deteniendo la ofensiva Aliada en toda Europa.
El fin de la guerra: Tratados de Utrech y Rastatt.
Felipe V deroga, en junio de 1707, los fueros de Valencia y Aragón como estrategia de castigo al apoyar estos territorios al candidato austriaco. En la memoria popular del reino de Valencia se unen la batalla de Almansa y la derogación de los fueros: nace el mito “del mal d´Almansa”.
Felipe V será reconocido rey de España, en los tratados de Utrech y Rastatt de 1713 y 1714, pero tendrá que ceder todos los territorios hispanos europeos a Austria. Inglaterra conseguirá Gibraltar y Menorca.
La Guerra de Sucesión Española establece un nuevo equilibrio de fuerzas en Europa y marcará, decisivamente, el devenir histórico de la España contemporánea
Celebración: Fin de semana mas cercano al 25 de abril
ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE FIESTAS Y RECREACIONES HISTÓRICAS
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