Era el año 1410 cuando el rey de Aragón, Martín I el Humano, moría sin dejar un sucesor legítimo. Seis aspirantes al trono, en distinto grado de parentesco, hicieron valer sus derechos y se abrió un periodo de interregno, que duró dos años, en el que los estados de la Corona de Aragón se reunían en parlamentos simultáneos para decidir la cuestión sucesoria y negociar una resolución conveniente.
En la Concordia de Alcañiz se decidió que serían nueve prohombres, tres por Aragón, tres por Cataluña y tres por Valencia los que estudiarían y decidirían el pretendiente con más derecho a ocupar el trono de la Corona de Aragón. También se designó la ciudad que acogería a estos “Compromisarios”, CASPE, una villa regida por los Sanjuanistas y que contaba con castillo y convento.
El segundo domingo después de la Pascua de 1412, un 17 de abril, los Compromisarios se encerraron en el castillo de Caspe para dirimir los derechos de los pretendientes.
Los delegados de los Reinos de Aragón juraron públicamente comprometerse a actuar en consecuencia. El Juramento fue realizado por siete de los nueve compromisarios porque uno llegó tarde y otro fue sustituido porque enfermó.
Finalmente, el 28 de junio de 1412, San Vicente Ferrer hizo pública la sentencia de los Compromisarios por la que se proclamaba a Fernando de Trasmatara, más conocido como de “Antequera”, Rey de Aragón.
El acto tuvo lugar en el Pórtico de la Colegiata Santa María la Mayor de Caspe y fue un triunfo del dialogo y el derecho frente a las armas y un hecho histórico que llevó a la villa a ser conocida como la ciudad del Compromiso.
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