Ruinas del Convento de San Antón
A unos dos kilómetros del pueblo, atravesadas por el trazado de una carretera comarcal por la que también discurre la Ruta Jacobea. Es un sitio de lo más curioso y pintoresco.
Aquel antiguo monasterio fue fundado por Alfonso VII en el año 1146 y regido por los monjes antonianos. Esta congregación religiosa era conocida por cuidar a los enfermos del fuego de San Antón, una enfermedad muy común en la época medieval y que hoy se conoce como ergotismo.
Se trataba de una intoxicación por hongos presentes en los cereales, que producía quemazón y podía provocar gangrena en las extremidades al ingerirse. Para curarse, mucha gente realizaba la peregrinación a Santiago, y en ese monasterio los monjes curaban a esos peregrinos enfermos con el pan de San Antonio, realizado con trigo.
Iglesia de Santo Domingo
Siguiendo la Calle Real en dirección al oeste y ya dentro del casco urbano hallaremos, al lado derecho, la iglesia de Santo Domingo.
Desde fuera lo más significativo es la torre campanario de la fachada occidental con puerta adintelada y la portada clasicista del muro sur, con una escultura de la Virgen y el Niño.
Es un templo del siglo XV con cubiertas del XVIII.
Actualmente la iglesia de Santo Domingo se ha restaurado y se ha instalado en su interior Iacobeus, un Centro de Iinterpretación del Camino de Santiago, que pertenece al proyecto turístico Las Cuatro Villas de Amaya de la Diputación de Burgos.
Iglesia de Santa María del Manzano
Ya llegando al pueblo, nada más entrar, los peregrinos se topan con la iglesia de Santa María del Manzano. El templo actual dataría del año 1214 y fue mandado construir por la reina Berenguela de Castilla, aunque con anterioridad habría habido un monasterio en este lugar. En un primer momento el edificio se decoró al estilo románico, pero sufrió muchas transformaciones con el paso del tiempo, incorporando elementos góticos y renacentistas.
Hoy en día la iglesia está desacralizada y acoge en su interior el Museo de Arte Sacro. En él podrás contemplar retablos, pinturas y figuras como la imagen de la Virgen del Manzano del siglo XIII. También hay una serie de sepulcros de condes y familias notables del pasado.
Iglesia de San Juan
Otro lugar que visitar en Castrojeriz es su iglesia de San Juan. De origen románico, como atestigua su claustro, en el siglo XVI fue reformada en estilo gótico alemán por Rodrigo Gil de Hontañón, arquitecto de las Catedrales de Segovia y Salamanca, entre otros monumentos relevantes.
Dentro destacan el claustro, del siglo XIV, y las capillas de Santa Ana y Dulce Nombre de Jesús, construidas por las familias Castro-Mújica y López-Gallo (las más importantes de la localidad en la época medieval) como panteones. El retablo mayor procedería del convento de San Antón que te mencionaba anteriormente, ya en ruinas.
Centro de Interpretación del Peregrino
Cuando los peregrinos entran en Castrojeriz, uno de los lugares por los que pasan al atravesar el casco histórico del pueblo es la iglesia de Santo Domingo. Es del siglo XV y hoy en día también ha perdido su uso religioso, pues se ha convertido en el Centro de Interpretación del Peregrino.
La exposición, llamada Iacobeus, repasa la historia del Camino de Santiago. Se pueden conocer cuáles eran los motivos que movían a los peregrinos a hacer esta ruta, cuáles eran las enfermedades a las que se enfrentaban en el pasado o cuáles son las leyendas surgidas con el paso de los siglos.
Ruinas del Castillo de Castrojeriz
Castrojeriz se asienta en las faldas de un cerro y, en lo alto de éste, es posible visitar las ruinas del antiguo castillo. Allí se originó el pueblo hace miles de años, pues se han encontrado restos de la Edad del Bronce, aunque la localidad actual se configura a partir del año 882, cuando Munio Núñez repuebla este territorio conquistado a los árabes y refuerza la fortaleza.
Esta zona fue territorio de frontera y por ello se convirtió en una plaza estratégica. Poco a poco Castrojeriz fue creciendo en importancia y en el año 974 obtuvo su propio fuero, concedido por el conde Garci Fernández. Posteriormente, se anexionó a la corona de Castilla en 1131 y gozó de una cierta importancia durante la Edad Media.
Plaza Mayor y Ayuntamiento
Se trata de una bellísima plaza porticada presidida por el edificio de la casa consistorial que data del siglo XVII. Es un espacio verdaderamente hermoso.
Puente Fitero
El puente fue construido en el siglo XII y es uno de los pocos puentes medievales que aún existen en la región. A lo largo de los años, el Puente Fitero ha sufrido varias restauraciones, pero su estructura original aún se mantiene en gran parte intacta.
Tiene una longitud de más de 100 metros y consta de seis arcos, lo que lo convierte en una de las estructuras más imponentes de Castrojeriz.
Además de su importancia histórica y arquitectónica, el Puente Fitero también es un lugar popular para pasear y disfrutar de las vistas del río Odrilla y los paisajes circundantes.