Iglesia Sta. María del Castillo

La villa de Castronuño fue otorgada en el año 1.156 a la Soberana y Venerable Orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta, más conocidos como Orden de San Juan u Orden de Malta, quienes llegaron a tener el pleno dominio de la villa.

En el siglo XIII, Castronuño tenía numerosas edificaciones, en parte, gracias a la labor sanjuanista. Si callejeamos por Castronuño podemos encontrar la Fachada de la Casa-Palacio del Comendador, y el lugar en el que se ubicaban los dos hospitales con sus capillas: el Hospital de San Ildefonso para hombres, y el hospital de Nuestra Señora de la O para mujeres pobres.

En el lugar en el que actualmente se encuentra el colegio, se localizaba la desaparecida iglesia Sta. María del Castillo. Era la base de una verdadera fortaleza. Sobre la capilla se elevaba una torre cuadrada defensiva, como de castillo. Era una fortificación religiosa, un templo fortaleza que dominaba el cauce del Duero, pero que tras varios derrumbes entre finales del S.IXX y principios del S.XX, terminó por desaparecer completamente.

A día de hoy, tampoco queda rastro de otras construcciones medievales como el castillo, la muralla o las seis ermitas dedicadas a San Andrés, San Sebastián, San Lázaro, San Ildefonso, San Gregorio y San Marcos. Solamente podemos encontrar en pie la Iglesia de San Juan Bautista (Ermita del Santo Cristo de San Juan), que adoptaría posteriormente el nombre de la desaparecida iglesia de Sta. María del Castillo.

La iglesia de San Juan Bautista fue construida por el Prior Fernán Rodríguez de Valbuena (Hernán Rodríguez de Balboa), con el fin de albergar las reuniones de la Orden de San Juan y como espacio funerario para él y para los demás comendadores.

Se trata de un edificio construido en la primera mitad siglo XIII, con características de un románico avanzado, bajo influjos góticos, de mayores dimensiones que una ermita convencional. Está orientado con la cabecera hacia el este. Construido en sillarejo de piedra caliza, de suave tonalidad amarillenta, con ancha línea de tendel, con un carácter homogéneo, sin aparentes reconstrucciones.

Sta. Mª del Castillo fue declarada monumento BIC (Bien de Interés Cultural) en el año 1962. En su interior, en el altar mayor, alberga un importante Cristo patético de origen renano del S.XIV. Una talla de cuya fábrica sólo hay otras dos en España, en las localidades de Puente la Reina (Navarra) y Carrión de los Condes (Palencia).

Casa Consistorial

La Casa Consistorial actual, se construyó sobre el solar resultante del antiguo Ayuntamiento y el antiguo Cuartel de la Guardia Civil, en la calle principal del municipio, la calle Real.

Su construcción se realizó en distintas fases, empezando en el año 1976 y acabando en 1979, siendo alcaldes D. Ignacio Celemín Amigo y D. Félix Maestre Gutiérrez.

Es un edificio simétrico, de unos 725 metros cuadrados, con pórtico a ambos lados y con una zona ajardinada alrededor que llega en su conjunto hasta los 1.298 metros cuadrados. Consta de pórtico a ambos lados y dos plantas en el interior en las que encontramos las siguientes dependencias:

Salón de Plenos
Despacho del alcalde
Despacho del secretario
Despacho del juez, notario y asistente social
Despacho del alguacil
Sala de archivo
Sala de reuniones
Aula cultural polivalente
Salón Cultural – Sala de Exposiciones
Biblioteca municipal
Oficina de Turismo
Oficina de Correos
Oficinas partidos políticos

En la fachada del edificio encontramos una piedra con el Escudo de Armas de los Ballesteros y Colodros, del año 1430. Este escudo tiene un yelmo en su timbre y está rodeado de soportes o tenantes con diversas formas. El blasón está dividido en dos partes, en la superior aparece un castillo con tres torres y sobre cada una de ellas aparece una ballesta, y en la parte inferior otro castillo con dos leones rampantes a ambos lados. Todo el blasón está rodeado de la inscripción “Armas de los Ballesteros y Colodros, año de 1430”.

En uno de los pilares del muro que rodea al ayuntamiento encontramos una placa conmemorativa dedicada a los Versos de los Quintos de Castronuño y a la Bajada del Palillo, con la inscripción en verso “Si vienes a Castronuño verás un pueblo sencillo, donde no estás obligado más que a bailar El Palillo”, verso de Luis Peláz “Periles”.

Fachada de la Encomienda

Situada en calle Real, 47, encontramos la fachada de la casa-palacio del comendador. Se trata de una fachada señorial que perteneció a la casa-palacio del Comendador de la Orden de San Juan, Fernán Rodríguez de Valbuena, también llamado Hernán Rodríguez de Balboa y apodado como el “Buen Prior”. Esta fachada del siglo XIII, estuvo desaparecida bajo una capa de cal hasta que unas obras la sacaron a la luz. Solamente se conserva su arco de entrada y el escudo.

El escudo que encontramos en la fachada tiene como timbre la cruz de ocho puntas de la Orden de San Juan. Los tenantes o soportes son nueve vexiloides o banderas dispuestas de forma simétrica, pero con el asta apuntando hacia abajo. El blasón es jaqueado de órdenes tres y cinco.

En sus momentos de máximo poder y esplendor, Castronuño llegó a tener un patrimonio monumental acorde con la dignidad e importancia de la encomienda. Existía un recinto amurallado con el castillo de La Muela, que fue desmantelado durante el reinado de Isabel la Católica. También existía la gran iglesia parroquial Santa María del Castillo, un humilladero de la Vera Cruz, cinco ermitas dedicadas a San Andrés, San Lázaro, San Sebastián, San Gregorio y San Marcos, además de dos hospitales con sus capillas, el de San Ildefonso para hombres, y el de Nuestra Señora de la O, para mujeres y la casa-palacio del comendador. No hay que despreciar el valor emblemático que para los sanjuanistas tenía la localidad, pues la habían convertido hacía tiempo en sede de los Capítulos Generales Hospitalarios y en cuyo castillo guardaban sus más importantes documentos.

El prior de San Juan, Fernán Rodríguez de Valbuena, ocupaba el cargo al comenzar el reinado de Alfonso XI, interviniendo desde el primer momento con energía y ambición en la esfera política castellana, demostrando una personalidad propia que rebasaba la que pudiera derivar de su cargo como prior. El relieve político de Fernán Rodríguez, que le llevó a ser figura de romance, favorecerá a su vez la estabilidad de la Orden de San Juan en Castilla, convirtiéndola en institución capaz de contrarrestar la presión de las órdenes militares españolas.

La salud del comendador comenzaba a resentirse como consecuencia de la edad y era el momento de pensar en el lugar en que habría de descansar su cuerpo. El lugar elegido fue la villa de Castronuño. En esos años de privanza y apogeo, Don Fernán Rodríguez acometería la construcción de su capilla funeraria. A pesar de los usos vigentes, Rodríguez de Valbuena concibió su enterramiento como la imagen visible de su poder y estatus social y construyó la ermita del Cristo de San Juan, actualmente renombrada como iglesia de Sta. María del Castillo.

Hay documentación que da cuenta de sus frecuentes estancias en este lugar, donde tenía esta residencia adecuada para hospedar a las más altas dignidades de la época. Por ejemplo, en 1320 recibía de forma espléndida en su residencia de Castronuño al arzobispo de Compostela y a los obispos de Zamora, Coria y Lugo.

Fernán Rodríguez era de la comarca leonesa del Bierzo. El topónimo que acompaña su apellido, Valbuena cuando se refiere en castellano (o Balboa, cuando se prefiere la forma gallega), nos da la pista sobre la cuna de su linaje, que es el castillo de Balboa, cerca de Villafranca del Bierzo. Conocemos su filiación gracias a diversos documentos de los monasterios de Santa María de Peñamayor y de Santo Domingo de Lugo, por los que sabemos que era hijo de Arias Fernández de Valbuena, que ya estaba muerto en 1349, y de Leonor García de Valcárcel. Sabemos, asimismo, que era hermano de Gonzalo de Balboa, Superior general de los Franciscanos, muerto en París en 1313. Por su línea materna, Fernán Rodríguez era primo carnal de García Rodríguez de Valcárcel, Adelantado mayor de Galicia en 1318, que era además su cuñado como marido de Dña. Teresa Fernández de Balboa, hermana del prior. De este matrimonio provienen los descendientes de este linaje de caballeros.

Plaza de la Constitución

El concepto de Plaza Mayor va unido a la presencia en dicha plaza de las Casas Consistoriales. A modo de curiosidad, cabe mencionar que el Ayuntamiento Castronuño no se encuentra en esta Plaza, sino en una de las calles más largas del municipio, la calle Real. Por eso recibe el nombre de Plaza de La Constitución, y no de Plaza Mayor.

En esta plaza tuvieron lugar los festejos taurinos de las fiestas patronales de San Miguel Arcángel hasta el año 2004. Cada año al llegar la fiesta se instalaba una plaza de toros portátil hecha de madera, conocida popularmente como “plaza de palos”. Los tablaos tenían espacio para varias filas de público y bajo ellos, había un empalizado con el que los mozos burlaban a los astados refugiándose bajo el tendido. Posteriormente, se creó una plaza de hierro cuadrada, aumentando el graderío del público y conservando ese sistema de empalizado en las cuatro esquinas. Esta construcción se llevaba a cabo cada año, y después se desmontaba dejando libre la zona el resto del año.

En la fachada este de la plaza, encontramos una placa con la inscripción “Castronuño por los sagrados corazones – Santa misión” firmada el 8 de marzo de 1964. Una misión era una campaña religiosa que se desarrollaba en una localidad. Un grupo de misioneros pertenecientes al clero regular, llegados desde fuera de la localidad, organizaba una serie de actos públicos de carácter religioso en los que intentaba involucrar a toda la población. Estas campañas buscaban revitalizar la vida religiosa de pueblos y ciudades y, especialmente, reforzar la labor pastoral de la iglesia en zonas donde la presencia del clero era escasa o donde se observaba una cristianización “deficiente”, debido a los bajos índices de práctica religiosa de sus habitantes.

Las funciones que ha tenido la Plaza de La Constitución han sido varias, siendo escenario de mercados, corral de comedias, verbenas, etc. En el año 2019 se hizo una remodelación de la plaza, instalando nuevo mobiliario urbano y una fuente moderna, pero conservando la antigua farola. Tras esta intervención, una parte de la plaza se convierte en peatonal, sirviendo de espacio de encuentro y convivencia vecinal. La esquina noreste conserva aún su balconada original. En la esquina suroeste encontramos el Consultorio de Atención Primaria y el Centro Dr. José Antonio Britapaja Maestre, en el que se ofrece el Servicio de Respiro Familiar.

El Ajuntadero

El tramo en que confluyen la calle Caño y la calle Sol es conocido popularmente como “El Ajuntadero”, por ser allí donde antiguamente se juntaba el ganado que salía del pueblo a pastar.

En este mismo lugar hace entrada a la localidad el Camino de Santiago de Levante GR-239, por el que los peregrinos llegan a Castronuño.

En el año 2019, el Ayuntamiento de Castronuño urbanizó la zona adoquinando las aceras, colocando mesas y bancos, plantando tres arces, y, por último, instalando una obra construida en piedras de calvarizo, llamada la Fuente del Camino, pensada para paliar la sed de los peregrinos. Esta obra tiene tres relieves incrustados, obra de la escultora local María Acosta, en los que están representadas la catedral de Valencia, punto de partida de esta ruta jacobea, la iglesia de Castronuño y la Catedral de Santiago de Compostela.

La Fuente del Caño

El manantial de la fuente del Caño surtió a la mayor parte del pueblo en los tiempos que no había agua corriente en las viviendas, por eso es considerada la fuente más importante del municipio. También se utilizaba este lugar como punto de reunión cuando los vecinos acudían a abastecerse.

Aún podemos observar en la pared de esta construcción histórica una inscripción del año 1909 grabada en la piedra abujardada, que dice: “Se prohíbe lavar en esta fuente bajo multa de 5 pesetas”.

El agua se recoge en un pilón que sirve de abrevadero para el ganado y los rebaños, y el cauce de este manantial continúa por el regato del Caño, que comparte su nombre, hasta desembocar en el río Duero, en el Paraje de La Calda. Este arroyo es un pequeño regato que rodea por el sureste el casco urbano de Castronuño. Antiguamente la zona del arroyo más próxima a la fuente era utilizada como lavadero de ropa.

Junto a la fuente podemos encontrar un área recreativa en sus inmediaciones, con bancos y mesas.

Bodegas

El subsuelo de Castronuño está horadado por numerosas bodegas y excavaciones subterráneas. La mayoría de las viviendas del municipio aún conservan bodegas bajo ellas.

El origen de estas construcciones bajo tierra se data entre los siglos XV y XVII y tradicionalmente han servido para la elaboración del vino. Algunas bodegas de Castronuño proceden del aprovechamiento y transformación de los túneles del castillo de la Muela. La fortificación de Castronuño, destruida a finales del siglo XV, poseía numerosos pasadizos y estancias subterráneas. En una de las bodegas del municipio, con entrada por la calle Real, se conserva un antiguo pasadizo de más de 100 metros de longitud que fue construido durante la época del sitio de Castronuño (1476-1477) con la intención de volar el castillo desde sus cimientos. Esta mina, con inicio en extramuros, no fue terminada y no cumplió con el cometido para el que se construyó, probablemente porque la salida del alcaide D. Pedro de Avendaño y su ejército hacia Portugal, tras 11 meses de asedio por la tropas de los Reyes Católicos, hizo innecesario seguir con la misión.

En la actualidad, en el municipio hay dos barrios de bodegas. El Parque de la Muela y la calle Miralrio. Hoy en día las bodegas se siguen utilizando para elaborar vino y como merenderos.